“Nadie educa a nadie, nadie se educa a sí mismo. Las personas se educan entre sí con la mediación del mundo”
Es una frase de Paulo Freire que para mí describe muy bien la forma en la que se lleva la educación en las aulas de CyC.
En CyC la figura del asesor no es aquél maestro que tiene la última palabra, el que ostenta todo el conocimiento, el que todo lo sabe, el que nunca se equivoca. Nosotros los asesores somos facilitadores de procesos de aprendizaje tomando en cuenta el contexto de cada uno de los beneficiarios, lo cual llega a ser una labor complicada porque debemos adaptar la estrategia de enseñanza a cada uno de ellos para que puedan lograr su objetivo. No es la misma estrategia para todos, sin embargo esta experiencia a su vez es enriquecedora y satisfactoria.
En las aulas se permiten que todos puedan contribuir al conocimiento, todos comparten sus experiencias y aprendizajes los cuales son muy variados debido a la diversidad de personas que conformamos el aula lo que la convierte en un espacio cómodo y en el que se genera comunidad.
En mi labor en Construyendo y Creciendo he aprendido mucho de los beneficiarios. Me han compartido sus historias de vida, contado costumbres de sus pueblos, he aprendido sobre sus oficios, me han enseñado a cuidarme dentro de la obra y me han quedado grabadas en la mente muchas de sus palabras.
“… mi papá quería que me casara a los 11 años porque en mi pueblo a los 19 ya estas quedado…”
- “…soy el único hombre y mi papá no quería que estudiara para que no saliera de mi pueblo, no quería que conociera el mundo y me fuera, quería que me quedara para siempre ahí…”
- “… mi esposa me regaña por que llego tarde, no quiere que estudie, dice que solo pierdo el tiempo…”
- “…cuando tenía 15 años me vine con un vecino a la ciudad de México. Yo no hablaba español y tenía un poco de miedo porque la ciudad es grande. Comenzamos a trabajar en la obra y mi vecino me dijo que tenía que regresar al pueblo porque lo habían mandado llamar pero que en una semana regresaría por mí, nunca regresó…”
- “…cuando me entregaron mi certificado de secundaria lo hicieron en la junta de seguridad en frente de todos los trabajadores. Se siente bien bonito que digan tu nombre enfrente de todos, que tú avances a recogerlo y que todos te aplaudan…”
Pero lo que más me gusta de mi labor es cuando se logra trascender, cuando lo aprendido en el aula no se queda ahí sino que llega a las familias. Cuando las personas que van al aula quieren ser ejemplo de “su gente” y motivarlos para que a través de la educación logren una vida mejor.
Guadalupe Marcela Sánchez Gutiérrez, asesora de las aulas Miyana y Metropolitana.