En las aulas de Construyendo y Creciendo si bien se va a estudiar algún nivel educativo como la primaria, secundaria, preparatoria o algún curso de computación u oficios que se ofrecen, también es el generador de espacios de convivencia y esto es un plus que tienen los trabajadores de la construcción sin saberlo y quizás, muchos de nosotros no lo habíamos pensado así.

Es cierto que la mayoría de los trabajadores ingresa al aula con el propósito de estudiar, ese es el objetivo, pero en el proceso se van encontrando con otros compañeros y con los asesores de la fundación y es en este camino donde se comparten aprendizajes e historias de vida, se van formando lazos de confianza y compañerismo que en muchos casos perduran a través de los años y que nunca se hubieran formado si el aula no hubiera llegado a la obra en construcción.

Es así que el aula se convierte en un espacio de escucha, de recogimiento, de reconocimiento, de amistad, de distracción y de compañerismo, todo esto envuelto en un ambiente pedagógico al estilo CyC,  donde se celebran los logros de cada compañero, sus cumpleaños, sus pequeños o grandes avances, su constancia y su presencia. Esta es su importancia, los trabajadores no solo se gradúan en los distintos niveles educativos sino también se transforman en mejores personas.

Maricela Orozco Ramírez, asesora de aulas Mezquital y Plutarco

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