A lo largo de mi experiencia en el aula me he podido percatar que gran parte del funcionamiento de un aula exitosa es la difusión constante que realices con los trabajadores de la obra, ya que aunque saben que existimos muchas veces no tienen la confianza de acercarse a preguntar.

Los asesores podemos aprovechar cualquier momento para interactuar con los trabajadores, puede ser desde la hora de la comida, las salidas, cuando pasan por el aula, cuando toman un descanso… todo momento se puede ocupar.

La empatía y confianza que les puedas otorgar es clave para desarrollar el interés de los trabajadores en el aula, así como recordarles constantemente todos los beneficios que la misma puede otorgarles, como terminar la educación escolar, tomar cursos para complementar otras competencias que pudieran desarrollar y sobretodo, el pertenecer a un aula donde les van a permitir obtener habilidades de comunicación e interacción, así como de convivencia con tus compañeros.

Los asesores debemos conocer el espacio donde los trabajadores están, de esa forma ayudamos a crear un vínculo mayor al conocer su trabajo.

 

Lizbeth Hernández, asesora Punta del Valle.

 

 

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