En estos meses de confinamiento pasamos por una gran cantidad de cambios a los cuales hemos tenido que acostumbrarnos y aprender a vivir con ellos. Un modelo muy claro es el hecho de permanecer la mayor parte del tiempo en casa junto a nuestros familiares, lo que antes era poco probable por el ritmo de vida que lleva cada quien día a día, el no salir de casa, suspender actividades cotidianas, evitar aglomeraciones y sobre todo no tener contacto con los demás, me hizo toparme con la realidad de lo espontánea y efímera que es la vida pues te puede cambiar de un momento a otro, valorando el hecho de que esta pandemia nos hiciera tener más convivencia con nuestra familia dándole un sentido más significativo e importante a lo que tenemos y a quienes están a nuestro lado.
Me di cuenta que poseemos la dicha de aprovechar este tiempo de trabajo en casa para poder conocer más a nuestros familiares, saber cuales son las actividades que realizan en el trabajo, conocer un poco más su cotidianidad y no solo la superficialidad de los momentos de descanso laboral. Aprendí a darme y darles espacio profesional, espacio para alimentarnos adecuadamente, espacio de convivencia y de descanso, descubrir que estando en casa todo el día puede hacer que el tiempo pase muy rápido o muy lento, entendiendo que debía organizarme mejor para cumplir con todas las actividades laborales y domésticas.
Mi trabajo es lo que más aprendí a valorar, cayendo en cuenta que mucha gente se quedó sin empleo, nuestros estudiantes son un ejemplo muy claro ya que el sector de la construcción fue uno de los más perjudicados, desafortunadamente no tienen la oportunidad de poder trabajar desde casa y recibir un sueldo, aunque fuera poco, ellos tienen que seguir buscando oportunidades para poder sostener a su familia.
El seguir en contacto con nuestros alumnos para apoyarlos a que puedan continuar con sus estudios y a su vez motivarlos ante esta situación me hizo notar lo importante de valorar lo que tenemos y las oportunidades que se nos presentan para poder seguir adelante. Muchos estudiantes me comentaban que aunque no tenían dinero lo importante para ellos era que tenían salud y a su familia a su lado, porque juntos podrían salir adelante buscando soluciones que los ayudarían a pasar este confinamiento.
Todo esto me hizo reflexionar y considerar que siempre debemos valorar a nuestra familia y la dicha de poder contar con un trabajo que nos da la oportunidad de seguir generando ingresos para sustentar a los nuestros y que mejor, si este empleo, nos permite seguir apoyando a muchos trabajadores que se quedaron sin esta oportunidad y donde la Fundación Construyendo y Creciendo sigue buscando en todo momento la oportunidad de apoyarlos en estos momentos difíciles y mantener un equipo de trabajo para poder continuar adelante con nuestra misión.