La primera vez que escuché hablar de la Fundación Construyendo y Creciendo fue exactamente a finales del año pasado, cuando yo trabajaba en el área editorial de una empresa dedicada al sector de la vivienda, o bien, en uno de sus medios y en el área que yo me encontraba, el sector de la construcción.

Lo primero que pensé al escuchar el nombre, fue que seguramente se trataba de una Fundación encargada de construir casas, pero al adentrarme un poco más en su causa me di cuenta de que va mucho más allá. Su objetivo no está enfocado en apoyar a que alguien obtenga un hogar, no. Su objetivo es apoyar a aquellos que lo construyen.

Nunca me imaginé que en mi vida yo podría tener la oportunidad vivir la experiencia de algo de tan bonito. No hace mucho que soy parte de este maravilloso equipo y agradezco bastante la oportunidad de poder vivir en carne propia cada graduación, cada entrega de certificados, reconocimientos, diplomas, cada invitación a que los trabajadores de la construcción puedan alcanzar sus metas con nosotros.

Hoy puedo decir que aquí, en un México donde suele perderse la esperanza, también hay gente dedicada y luchadora, que se levanta todos los días con el propósito de construir un mejor futuro para ellos y para su familia. Esa es la meta de Construyendo y Creciendo.

Estoy segura de que poco a poco, con todo el esfuerzo puesto en sus 11 años de vida y los que vienen, el número de albañiles sin primaria, secundaria, preparatoria, se verá reducido gracias al apoyo de causas como esta. Estoy muy orgullosa de ser miembro de ella.

Por: Priscila Díaz Fabris

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