¿Cuál es la diferencia de una u otra?

Al parecer solo la forma en la que están constituidas cada una de ellas, con esto se refiere a la forma distinta que tienen las personas que puedan constituir para desarrollar actividades en beneficio de la comunidad y sin fines de lucro. Prácticamente es una tradición filantrópica, en términos coloquiales. Y es ahí, desde la institución, donde nos debemos a la práctica de nuestro discurso diario.

El trabajo de nuestra asociación no es solo el de la educación (o por lo menos a mí no me parece), y es que a diferencia de otras asociaciones donde la complejidad no recae directamente en las personas, sino algún tipo de recurso material o asistencialismo; nosotros coadyuvamos en fenómenos sociales que directamente o indirectamente están permeados en nuestro quehacer diario.

En este sentido, la educación solo es un fenómeno social más en esta ramificación, y por consiguiente el trabajo del aula se convierte en la inclusión de trabajadores de la construcción, la desaparición de la discriminación por motivos de raza, etnia, religión, etcétera. Situaciones sensoriales o cognitivas (deficiencias del aprendizaje), desarrollo humano y comunitario, políticas publicas incluyentes, cultura de violencia, entre otros fenómenos sociales que se viven a diario.

Por su parte, la asociación trabaja en este esfuerzo conjunto con cientos de personas para minimizar estos fenómenos antes descritos. La educación se abre en un marco que este auto dirigida a estos procesos simultáneos para responder a la diversidad de situaciones complejas. Así mismo, el aula asegura prácticas que favorecen la participación de cada uno de nosotros, con nuestro enfoque, multidisciplina, cultura, etcétera.

Por: Juan Antonio Allende Avila

Facebook
Twitter
LinkedIn